El proceso artístico, puesto a disposición del proceso formativo, es la llave de acceso para el potencial creativo de las personas: gracias a él podemos dirigirnos hacia los lugares de la conciencia poco explorados y a veces desconocidos. En estos espacios se pueden recuperar recursos de gran valor para el individuo, para el grupo y para la empresa. Instrumentos para la formación: teatro, música, lenguajes figurativos, cocina. |